UNA TARDE “PASADA POR AGUA”. RELAJÁNDOME EN VRBOV

De vez en cuando no viene mal hacer alguna escapada para relajarse y desconectar de la rutina. Precisamente eso hice yo un buen día, cuando estaba trabajando en los Altos Tatras y me hablaron de Vrbov, un parque termal que se encuentra entre las ciudades de Poprad y Kezmarok, a 20 km de las crestas de las montañas y muy cerca del Paraíso Eslovaco.

Es brutal la conexión del recinto con la naturaleza. Nunca había visto un balneario así.

Se trata de un centro con piscinas termales al aire libre, las cuáles se llenan con agua geotérmica que contiene minerales beneficiosos para el sistema nervioso, respiratorio y cardiovascular. Además, también hay zonas de masajes, y las albercas son muy amplias, por lo que los amantes de la natación tienen la posibilidad de hacer unos largos sin molestar a nadie.

El complejo cuenta con un total de diez piscinas (incluidas 4 para niños), que se reducen a 5 en invierno. La temperatura de las aguas oscila entre los 26º C y los 38º C.

Aquí puedes ver una de las piscinas más grandes. ¿Te apetece hacer unos largos?

La verdad es que la sensación de estar metido en el agua caliente respirando el aire puro de las montañas es indescriptible, de las más gozosas que he tenido en mi vida. Todavía tengo en la cabeza la imagen de los socorristas mirándome mal cuando ya se había ido prácticamente todo el mundo y yo seguía dentro del agua, a las diez de la noche. Y es que no quería marcharme. Se estaba tan bien…

Al recinto se accede con un reloj adquirido previamente en la recepción, el cual se abrocha en la muñeca y hace de llave para todos los accesos del recinto hasta la hora límite para la que se ha comprado.

Las instalaciones están abiertas todo el año, en horario de 09:00 a 22:00, y han sufrido una serie de remodelaciones recientes, entre las que se encuentran la modernización de las piscinas y la creación de un hotel y de un aparcamiento con 300 plazas.

Lo mejor de todo, además del encanto que tiene el lugar y de la sensación de relax con la que uno sale de allí, es que es muy cómodo y fácil de llegar. Hay autobuses desde prácticamente todos los pueblos de la región, por lo que incluso no hace falta coger el coche.

Todo lo que yo pueda contarte es poco en comparación con vivirlo uno mismo. ¿Te animas a darte un baño en Vrbov?

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