Modra

Este pueblo lo considero uno de los más bonitos del país, aunque creo que, será más por los recuerdos de mi infancia, que por «la belleza objetiva» del sitio. Es un pueblo muy romántico y con mucha historia. En el centro tiene una plaza con sus cafeterías y heladerías y está rodeada por las casas antiguas, de las familias que se dedicaban a criar uvas y hacer vino.

Está situado unos 30 kms de Bratislava (puedes coger coche o autobús), abajo de Pequeños Cárpatos. La zona de Pequeños Cárpatos es una de las zonas de viñedos más famosas del país. Modra es muy conocido por la producción de vino y «majolika», que es un tipo de cerámica única y típica para esa zona. Hoy, todavía podéis encontrar la antigua gran fábrica fundada en la época de comunismo en Modra, aunque ya solo una parte del edifico enorme está utilizada por los artesanos para hacer majolika.

También hay museo de majolika en el hotel Majolika, antes fue un taller artesano, hoy forma una parte del hotel. En el taller trabajaba Ignác Bizmayer, el habitante de Modra que sigue viviendo en el pueblo (ya tiene más de 90 años) y sus obras podéis encontrar en la torre que queda de las murallas de Modra.

En el centro del pueblo se encuentra también la iglesia, con su medialuna en la parte de arriba de la torre. La historia cuenta, que los Turcos cuando conquistaban el pueblo ponían la medialuna en la torre como el símbolo del pueblo que ya conquistaron. Los habitantes de Modra eran más listos y pusieron la medialuna en la torre, así los Turcos nunca atacaron el pueblo y la medialuna se quedó en su sitio como símbolo de los habitantes listos y valientes de Modra.

Modra también es el lugar donde vivía Ludovit Stur, la persona que hizo el idioma eslovaco, idioma oficial. Eslovaquia formaba parte de Reino Húngaro y su idioma oficial era húngaro como en el resto del reino. La casa donde él vivía, hoy sirve como museo que nos cuenta sobre su vida y trabajo.

A nosotros, Modra nos gusta también por la heladería, que lleva años en Modra y sigue igual de buena.